«Cuando me cerraron las puertas me enseñaron el camino de la felicidad»
La razón de tu gozo se debe a que gracias a que alguien te cerró una puerta, encontraste la nueva puerta que ya Dios había abierto para ti.
¿Sucedió? ¿Existió esa persona que creyó que cerrando una puerta podría paralizar tus pasos? ¡Bueno! La verdad es que quizás en vez de hacerte daño te hizo un favor. ¡Si! Esa persona fue usada por Dios para que no perdieras el tiempo entrando al lugar del que más adelante tendrías escapar. Si no te cerraban esa puerta, no hubieras visto el portón que Dios había abierto para ti.
Quiere decir que quien intentó bloquear tu entrada para interrumpir tus sueños, más bien te desbloqueó la salida para que fueras detrás de ellos.
De algo grande que quizás desconoces te libró el Señor.
«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» Romanos 8:28
¿Que puerta te fue cerrada por los hombres que provocó que se abriera el portón de Dios? (Espacio para unos pocos testimonios)
«Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre». Apocalipsis 3:8
Imagina que un ave en busca de comida en el suelo se tope con una casa cuya puerta está abierta…de repente, el dueño al darse cuenta que el ave está a punto de entrar, Cierra con todas sus fuerzas esa puerta para negarle la entrada. ¿Qué crees que pasará con el ave? ¡Bueno! A lo mejor en el momento se ofende por la reacción, pero recapacita y piensa: ¡uff! Lo mejor que me pasó fue no haberme quedado atrapada allí, porque iba a perder la oportunidad de volar tan alto como pueda y de ser libre. – ¿Entiendes? ¡Eso eres tú!