“Si el Grande te llamó, se encargará de respaldarte”
Jesús le contaba a sus discípulos todo lo que iba a padecer, como le era necesario morir, pero que al tercer día resucitaría… Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca”. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Mateo 16:22-23
Cuidado con aquellos que tienen “buenas intenciones” hacia ti, con un “buen consejo” en dirección contraria. ¡Si no estás firme en el llamado que Dios te ha hecho, en medio de una advertencia del hombre, podrías ser influenciado por temor y no te arriesgas a atravesar las pruebas que te llevan a tu destino en Dios!
¡El enfoque de Jesús era hacerle saber a ellos acerca de su resurrección! ¡Para Él, esa era su meta, su galardón, su propósito, su victoria…! ¡Pero Pedro destacaba el proceso en vez del resultado, porque no tenía la visión de Jesús, y eso fue causa de que satanás hablara por él, y así evitar que Jesús prosiguiera, porque esa sería su fracaso!
Claro que es difícil, ¡nadie dijo que sería fácil! Pero si es SEGURO. Y si no resistes la prueba, se repetirá y retrasarás la bendición.
¡Quiero hablarte directamente a ti!
¡Nada se obtiene desde el final! Es necesario un comienzo en todo. Mientras muchos miran la carrera y se conforman con ser espectadores, tú eres un corredor y ¡te enfocas en tu meta! Puede ser que tropieces, que te canses, que otros pasen adelante, pero como tu propósito fue llegar, pase lo que pase, ¡nada te detendrá!
Lógicamente, es fácil opinar desde las gradas. Se hace fácil dirigir, señalar, criticar y sugerir decisiones de abandono, porque no saben que para ti no significa una simple carrera, porque no compites con otros para ganarles, ganaste cuando competiste contigo mismo para ganarle a tus miedos, a tus complejos, a las tentaciones, a los traumas… A las imposibilidades.
Lee Filipenses 3:14 y 1 Corintios 9:24-27
Imaginas en medio de un parto, alguien a tu lado diciendo: “y si te duele demasiad” “y si el doctor no llega” “y si no tienes fuerzas” “y si el bebé nace con problemas”
Lo que tienes que saber es que, esté quien esté, pase lo que pase y sea donde sea, si decides que nazca… ¡Nacerá!
¿Qué es lo nuevo que vas a emprender en tu negocio, en tu casa, en tu familia, en tu vida? Si te hacía falta que alguien crea en que acontecerá, Dios me usa hoy para hablarte y decirte: ¡Vamos! ¡Es tiempo de que nazcan tus planes! ¡Es necesario que resucites! El plan de Dios en tu vida, ¡se cumplirá!